BENDITAS LAS MANOS. Escrito por el Dr Enrique Crespo en relación con una trágica jornada de 6 cornadas en Ciudad Rodrigo.

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Benditas las manos…

Tomo estas palabras del artículo, entrañable, que el lunes 23 de febrero, escribía Ana Hernández sobre lo vivido en la Enfermería de Ciudad Rodrigo el domingo de Carnaval. Sirvan estas letras para mostrarle mi agradecimiento y la del Equipo Médico mencionado, fundamentalmente por acordarse de quien ha sido nuestro maestro, de mi padre, el Dr. Antonio Crespo-Neches, ahora, desgraciadamente, pasando unos delicados momentos.

Aún desconociendo la evolución definitiva de los heridos –la incertidumbre siempre persiste en cirugía taurina- es cierto que aquella mañana de Carnaval, el equipo médico que tutelo lo dio todo, lo dimos todo, procurando hacer nuestro trabajo, entregándose, como nunca antes lo había hecho a lo largo de casi 30 años de experiencia en cirugía taurina, probablemente porque nunca antes habíamos visto nada igual (es posible que nadie, hasta ahora, se haya enfrentado a una situación semejante en la Enfermería de una plaza de toros).

Pero no solo fueron manos de cirujanos, anestesistas y enfermería las que, cumpliendo con su obligación, trabajaron ese día y ayudaron a recuperar la salud que los toros habían quitado a los heridos. Hay muchas más.

Benditas las manos de Concejales y Alcalde de Ciudad Rodrigo que nos animan cada día de Carnaval, se interesan por nuestra labor, se preocupan por los heridos y atienden a sus familiares.

Benditas las manos de José Antonio y Juanma que nos preparan la Enfermería, atienden nuestras demandas y comparten nuestro desasosiego.

Benditas las manos de las señoras que limpian y arreglan la enfermería después de cada intervención y después de cada día.

Benditas las manos de Adolfo Vidal que recogen los datos y filiación de los heridos y lesionados para quedar reflejados en una estadística necesaria, mientras nos ilustra con su conversación.

Benditas las manos de los voluntarios técnicos de Cruz Roja que recogen y ofrecen el primer consuelo a los heridos.

Benditas las manos de los conductores de las ambulancias de Cruz Roja que sortean obstáculos por las calles para acercar al herido a la Enfermería.

Benditas las manos de los médicos y ATS de Cruz Roja que auxilian, los primeros, al herido dejándonoslo dispuesto en el quirófano.

Benditas las manos de las Fuerzas de Orden Público –Policía Local y Guardia Civil- que aseguran el buen hacer de los sanitarios.

Benditas las manos del personal auxiliar de la Enfermería que cuidan las pertenencias de los heridos y tranquilizan a sus familiares.

Benditas las manos, de nuevo, de todos los miembros de Cruz Roja que trasladan a los heridos, en las mejores condiciones, al Hospital, cuidándolos con todo el desvelo hasta ese momento.

Benditas las manos de todos los profesionales sanitarios del Hospital Clínico que se ocupan de los heridos con celeridad y abnegación.

Benditas las manos de los periodistas que ofrecen información cuando se propaga la incertidumbre.

Benditas las manos de Ana Hernández por escribir ese artículo.

Gracias a todas.

Enrique Crespo Rubio

Jefe del Servicio Médico de la Enfermería de Ciudad Rodrigo en Carnaval